Carabobo el de la Libertad Sangre de Cedeño, Plaza y Negro Primero… |
24 de junio de 1821, entre el
ejército realista a cargo del mariscal de campo Miguel de la Torre y el
republicano comandado por el general en jefe Simón Bolívar. La victoria lograda
por este último, resultó decisiva para la liberación de Caracas y el territorio
venezolano, hecho que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla
Naval del Lago de Maracaibo y la toma de las fortalezas de Puerto Cabello.
Previo al combate, Miguel de la
Torre distribuyó sus fuerzas de manera tal que cubrieran por el oeste el camino
de San Carlos, y por sur el de El Pao. La primera línea defensiva fue confiada
a la Primera División dirigida por el teniente coronel Tomás García, la cual se
organizó en tres batallones principales. El batallón del Valencey a cargo del
teniente coronel Andrés Riesco, ocupó la parte sur del camino; a su derecha se
situó el batallón ligero del Hostalrich comandado por el teniente coronel
Francisco Illas, en columna de marcha detrás de las anteriores. Además de esto,
dos piezas de artillería fueron colocadas en una pequeña altura, delante de la
línea formada por Valancey y Barbastro. La Posición correspondiente a la vía de
El Pao fue ocupada por la División de Vanguardia liderada por el brigadier Francisco
Tomás Morales, quien contaba con dos batallones principales y uno de reserva.
Primero tomó posiciones el batallón ligero del Infante, a cargo del teniente
coronel Simón Sicilia; e inmediatamente detrás de esta unidad se situó el
batallón ligero del Príncipe. La reserva quedó integrada por el segundo
batallón del Burgos, bajo la jefatura del teniente coronel Joaquín Dalmar,
quien disponía de cuatro regimientos de caballería. En cuanto al cuartel
general, el mismo quedó establecido cerca del batallón Burgos.
Monolito de la batalla de
Carabobo en Los Próceres El 15 de junio de 1821, el Libertador reorganizó el
ejército republicano en tres divisiones. La primera a cargo de José Antonio
Páez, y formada por los batallones Bravos de Apure (liderada por el teniente
coronel Francisco Torres) y los Cazadores Británicos (al mando del coronel
Thomas Ildeston Ferriar); además de 7 regimientos de caballería. La segunda,
comandada por el general de división Manuel Cedeño, y constituida por los
batallones Tiradores (dirigida por el teniente coronel Ludwig Flegel), y Vargas
( teniente coronel Antonio Gravete), a lo que se sumaba un escuadrón de
caballería. La tercera, bajo las órdenes del coronel Ambrosio Plaza y
constituida por 4 batallones. El de Rifles a cargo del teniente coronel Arturo
Sandes, Granaderos al mando del coronel Francisco Paula Vélez, Vencedor de
Boyacá dirigida por el coronel Juan Uslar y Anzoátegui, comandada por el
coronel José M. Arguidegui; completado todo esto por un regimiento de
caballería. Las fuerzas republicanas sumaban en total 6500 hombres.
A tempranas horas del 24 de
junio, desde las alturas de Buenavista, el Libertador hizo un reconocimiento de
la posición realista y llegó a la conclusión de que ésta era inexpugnable por
el frente y por el sur. En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran
su marcha por la izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual
estaba descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a
desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones de
Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino hacia el
centro de la posición defensiva. Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los
republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la
altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar. Al llegar el Burgos
al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la
primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba
de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de la sabana. Tan
violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que
replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía,
el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a
retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en
auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores
Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón
Tiradores. Para detener el repliegue de las unidades realistas que había
producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro
e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve
tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército
republicano entró por el norte de la sabana. Con el fin de hacer frente a este
nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase
contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar
sus carabinas.
Finalmente, atacados de frente
por la infantería y por la derecha por la caballería, los batallones realistas
optaron por la retirada. Como último recurso, la Torre le ordenó al regimiento
de los Lanceros del Rey que atacara a la caballería patriota, pero esta unidad
no sólo desobedeció la orden, sino que huyó ante la embestida de las fuerzas
republicanas. Al entrar la batalla en su fase final, los patriotas iniciaron
una tenaz persecución del ejército español, la cual fue llevada a cabo hasta
Valencia. De los 4.279 efectivos que participaron en la batalla de Carabobo,
los realistas perdieron dos oficiales superiores, 120 subalternos y 2.786
soldados. Por su parte, las bajas de los republicanos también fueron
cuantiosas. El resto del ejército realista terminó refugiándose en Puerto
Cabello.
Lcda. Moraima Ramos
(Directora)
Personal de Cultura.
Lcda. Yaritza Brito M.
Lcda. Zoraida Gil.
Prof. Eglee Farías.
Lcda. Eligia Gil.
Lcdo. Guzman Rodríguez
Nota realizada por Lcdo. Guzman Rodríguez Docente de la institución
CC al Lcdo. Edgar Zapata Jefe
de Prensa de la Zona Educativa
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